Que el gusto y la vista son fundamentales para disfrutar de un buen plato es evidente pero, ¿y si te dijéramos que el oído también juega un papel crucial? Un estudio de la Universidad de Oxford así lo confirma. Ahora más que nunca podemos decir eso de «Oído Cocina».
Este se llevó a cabo con varios grupos de voluntarios, los que tenían que describir el sabor de cuatro piezas iguales de caramelo toffee mientras escuchaban dos melodías distintas, una tras otra. La primera era ruidosa y fuerte y la segunda, más tranquila y suave. Una vez realizada la experiencia, los comensales tenían que evaluar tres parámetros distintos: en la primera escala, valorar el sabor con los adjetivos de dulce o amargo; en la segunda, localizar el sabor del alimento (en la parte frontal o en la parte trasera de la lengua); y la tercera, hacer una evaluación hedónica de lo que habían degustado.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, se llegó a la conclusión de que el gusto humano percibe de forma distinta el mismo toffee, más amargo con la primera melodía, y dulce con la segunda. Por lo general, no se cuida la contaminación acústica ni de restaurantes ni de bares, siendo a veces muy molesto disfrutar de la comida e incluso escuchar las palabras de quien se sienta a nuestro lado. ¿Deberían los negocios de este tipo tener más en cuenta el factor del sonido ambiental?
REDACCIÓN Gastronomia.com
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