El pozol es una bebida mexicana de origen prehispánico que no sólo se bebe, también se come. Se elabora a partir de maíz cocido, cacao y agua, que al asentarse se convierte en una pasta agradable y fuente importante de grasas e hidratos de carbono. Tras la llegada de los españoles se le incorporó azúcar y algunas especias como canela.
Se consume principalmente en los estados de Chiapas, Tabasco y Oaxaca. Esta bebida era consumida por los indígenas durante las largas caminatas y jornadas de trabajo, pues además de muy refrescante, su alto valor nutricional la hacen un alimento completo. Su alto contenido calórico permite que el cuerpo se recupere más rápidamente.
Tiene una consistencia espesa y generalmente se sirve en jícaras. Su sabor es delicado, con fuerte aroma a chocolate debido al cacao. Al contrario a lo que pudiera pensarse es de muy fácil digestión e ideal para los niños, ya que aporta nutrientes indispensables para el crecimiento.
Esta bebida se puede encontrar en refresquerías y establecimientos que venden aguas frescas, incluso en mercados locales.
REDACCIÓN Tessy Carrada
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