Albert Adrià se desplazó -con parte de su equipo- hasta la residencia francesa de Moët & Chandon y elaboró un menú pensado especialmente para maridarlo a la perfección con el champagne, que en esta zona es de alta calidad.
Contó con la colaboración del chef residente del Château de Saran, Pascal Tingaud. El que fuera anterior chef del Presidente de Francia en la residencia del Elíseo, puso a disposición de la causa parte de su equipo. 14 personas en total en la cocina comandada por Adrià, desarrollaron un menú de catorce platos y hasta 150 preparaciones diferentes para diez invitados.
Como aperitivo se sirvió rosa de fresa, amareto y almendras tiernas; melocotón bellini; pan de maíz con foie gras; sotobosque de ceps y parmesano y ceviche de corvina al aji amarillo. El entrante constó de una crema de maíz dulce con caviar y ostras con ajo blanco, caviar y uvas. El pescado escogido fue el salmón marinado y ahumado con sabores nórdicos y bullabesa de langosta, mejillón y lubina. La codorniz fue la protagonista de las carnes. Se sirvió en dos tiempos: taco de pechuga en escabeche y guisado con chalotas y jugo de trufa acompañado por patatas confitadas con tuétano, estragón y setas a la crema de piñones con trufa negra.
El menú tuvo su colofón en una selecta variedad de postres: granizado de ruibarbo con frambuesas, nigiri de plátano y café, cheescake de fresitas silvestres, merengue de gorsella, puros de chocolate y un espectacular cerezo del que los invitados tuvieron la oportunidad de coger una a una sus frutas.
REDACCIÓN Gastronomia.com