La fideuà de mariscos es uno de los grandes tesoros de la gastronomía mediterránea. Originaria de la Comunidad Valenciana, este plato nació en la costa de Gandía a principios del siglo XX, cuando los pescadores decidieron sustituir el arroz por fideos en la clásica paella marinera. El resultado fue una receta que rápidamente se convirtió en símbolo de identidad culinaria, transmitida de generación en generación y celebrada en festivales gastronómicos de toda España.
Ingredientes que evocan el mar
La esencia de la fideuà reside en la calidad de sus ingredientes. Los fideos finos se doran ligeramente antes de absorber el caldo elaborado con pescado fresco y mariscos. Gambas, calamares, mejillones y cigalas aportan sabor y textura, mientras que el sofrito de tomate, ajo y pimentón añade profundidad y carácter. El toque final lo da el alioli, servido aparte, que intensifica la experiencia gustativa y refuerza la conexión con la tradición mediterránea.
Una experiencia gastronómica completa
Más allá de la receta, la fideuà de mariscos representa un ritual compartido. Se cocina en paella, al aire libre o en restaurantes especializados, y se disfruta en compañía. Su preparación invita a la conversación, al encuentro y a la celebración de la cultura del mar. En cada bocado se percibe la frescura de los productos y el respeto por la tradición, convirtiéndose en una experiencia que trasciende lo meramente culinario.
Reconocimiento internacional
En las últimas décadas, la fideuà ha traspasado fronteras y se ha consolidado como un plato de referencia en la cocina española. Festivales como el Concurso Internacional de Fideuà de Gandía han contribuido a su difusión, atrayendo chefs de todo el mundo y posicionando la receta como patrimonio gastronómico. Hoy, la fideuà de mariscos se ofrece en restaurantes de Europa y América, adaptándose a nuevos públicos sin perder su esencia mediterránea.
Innovación y reinterpretaciones
Aunque la receta tradicional sigue siendo la más apreciada, muchos chefs contemporáneos han reinterpretado la fideuà con creatividad. Se incorporan mariscos de temporada, se experimenta con caldos más intensos o se añaden toques de cocina de autor. Estas propuestas mantienen vivo el espíritu del plato, demostrando que la tradición puede dialogar con la innovación y seguir conquistando paladares en el siglo XXI.
Un símbolo de identidad mediterránea
La fideuà de mariscos no es solo un plato: es un símbolo de identidad cultural y gastronómica. Representa el vínculo entre el mar y la mesa, la importancia de los productos locales y el valor de compartir. En cada celebración, feria o encuentro gastronómico, la fideuà reafirma su lugar como emblema de la cocina mediterránea y como una de las recetas más queridas de España.



