En el corazón de los Montes de Toledo, la Dehesa El Molinillo se erige como un espacio único donde la agricultura convive en armonía con la naturaleza.
Este enclave, situado a más de 700 metros de altitud y caracterizado por sus suelos de raña —formados en el Cuaternario y considerados de los más antiguos de la península ibérica—, se ha convertido en una singular despensa natural. Además de producir aceites de oliva virgen extra, ahora suma a su legado dos vinos de finca: La Rous 2023, un rosado con gran potencial de envejecimiento, y Nacelcanto 2022, un tinto de guarda que plasma la identidad de este paisaje biodiverso.
Un proyecto enológico con alma
La pasión de la familia propietaria por el mundo del vino fue el motor que impulsó este proyecto enológico. Para llevarlo a cabo, contaron con la experiencia de los consultores Juan Antonio Leza y Jean Marc Sauboua, actuales directores enológicos de la finca. Ambos quedaron impactados por la belleza del viñedo y la riqueza del ecosistema, convencidos de que allí se podía elaborar vino de finca con personalidad propia. “Los vinos son una foto de este enclave, fiel reflejo de lo que obtenemos aquí de forma natural”, afirma Leza. Por su parte, Sauboua añade: “Nos hemos encontrado con un potencial de frescor mayor del esperado, lo que ha permitido concebir vinos con capacidad de envejecimiento, tanto el rosado La Rous como el tinto Nacelcanto”.
La Rous 2023, un homenaje a la naturaleza
La Rous es un tributo a la energía vital de la naturaleza. Elaborado con cabernet sauvignon, este rosado destaca por su frescura y carácter, con una clara vocación gastronómica. Su crianza combina un 70% en barricas de roble francés durante nueve meses y un 30% sobre lías en depósitos de acero, aportando amplitud y viveza. Un vino que invita a descubrir la fuerza del terroir de la dehesa y que se presenta como una opción versátil para maridar con una amplia gama de platos. PVP: 20 €
Nacelcanto 2022, la hora mágica en la dehesa
El nombre de Nacelcanto evoca los momentos mágicos del amanecer y el atardecer en la dehesa, cuando la luz transforma el horizonte en un espectáculo de fuerza y color. Este tinto, elaborado con cabernet sauvignon, syrah y touriga nacional, refleja la nobleza del paisaje y la frescura de sus uvas. Su crianza combina barricas de roble francés de quinto año de 225 litros con ánforas de terracota de 750 litros, aportando complejidad y autenticidad. El resultado es un vino de guarda que transmite la identidad de la finca y la riqueza de su entorno natural. PVP: 25 €
Vinos que narran un paisaje
La Rous y Nacelcanto son más que vinos: son relatos líquidos de un ecosistema único, donde biodiversidad, altitud y tradición se conjugan para ofrecer experiencias sensoriales irrepetibles. Con ellos, Dehesa El Molinillo reafirma su compromiso con la preservación de la naturaleza y la creación de productos que reflejan la esencia de los Montes de Toledo.
