Es una de las cosas más sencillas y más complicadas de la repostería. El caramelo. Una de las mayores dificultades que entraña es la elevada temperatura que necesitamos alcanzar para elaborarlo, así que mucho cuidado. Ahí te dejamos tres consejos prácticos para manejarte con él.
1.- En una cazuela antiadherente mezclamos el azúcar y el agua, dejando que hierva a borbotones. Después reducimos el fuego y continuamos removiendo hasta que el azúcar se haya disuelto completamente.
2.- El color del caramelo puede lanzarnos mucha información sobre su sabor sin necesidad de probarlo. Si está muy oscuro será más bien amargo. Para ser precisos con el color debemos verter un poco en un recipiente blanco.
3.- Si queremos revestir una flanera con caramelo, lo mejor es verter un poco en la base del molde, pero para que quede perfecto, inmediatamente después de echarlo, moveremos la flanera en círculos inclinándola un poco para que se distribuya bien por las paredes.
REDACCIÓN gastronomia.com