La trayectoria de Carles Gaig comienza en el restaurante familiar Taberna d’en Gaig en el que recibe de su bisabuela y su madre recetas clásicas como los canelones, uno de sus platos más emblemáticos que lleva cocinando con éxito desde sus inicios. En el 2004, cierra las puertas de su mítico restaurante de Horta y se traslada al corazón al Hotel Cram en el barrio de L´Eixample con el nuevo nombre de Gaig, en el que se sigue su interés por fusionar la cocina de vanguardia y la de mercado. En marzo del 2008, abre un nuevo establecimiento también en el barrio de L’Eixample, la Fonda Gaig, en el que se han recuperado muchas recetas tradicionales de la cocina catalana. Desde 2010 la inquietud de Carles Gaig le ha llevado a desembarcar en la T-1 con Porta Gaig con su cocina de siempre adaptada a las necesidades de tiempo del viajero y a hacerse cargo, junto a su gran amigo Nandu Jubany, de la nueva oferta gastronómica del Sport Hotel Hermitage & Spa de Andorra.