Dos décadas después de su llegada a la capital, Rubaiyat Madrid reafirma su condición de icono de la parrilla elegante con una reforma integral firmada por la reconocida interiorista Alejandra Pombo y el impulso de Diego y Víctor Iglesias, tercera generación de la familia. El restaurante celebra veinte años de historia con un proyecto que potencia su esencia pionera y renueva su compromiso con Madrid, ciudad que lo ha convertido en referente gastronómico.
Una reforma que ilumina el fuego
El nuevo Rubaiyat Madrid se presenta con un interiorismo cálido y sofisticado que no busca reinventar, sino revelar lo que siempre estuvo ahí. Pombo ha diseñado un espacio que dialoga con la memoria gaucha del grupo y que se abre a la ciudad con más transparencia y hospitalidad. Maderas nobles, tejidos naturales y luz cálida envuelven la sala, mientras la parrilla se convierte en escenario visible desde el primer paso. La barra invita a demorarse, la bodega retoma protagonismo y la terraza-jardín, acondicionada para todo el año, completa un recorrido pensado para alargar la sobremesa.
“Actualizar sin perder el alma ha sido nuestra brújula”, resumen Diego y Víctor Iglesias. “Queríamos que el fuego se sintiera aún más cerca del comensal; que la casa mostrara su corazón.”
Cocina de parrilla: continuidad y producto propio
Rubaiyat entiende el fuego no como una moda, sino como un lenguaje. La carta mantiene la columna vertebral que le dio fama: cortes de Angus y Wagyu a la brasa —picaña, bife de chorizo, baby beef, solomillo, entraña y grandes piezas para compartir como tomahawk o T-bone—, junto a clásicos como el steak tartar o la hamburguesa de wagyu de crianza propia.
El arranque mira a Brasil con molleja en rejilla, chorizo criollo o dados crujientes de tapioca, mientras las guarniciones emblemáticas —patatas soufflé, arroz “Biro Biro”— acompañan la liturgia de la mesa. También hay espacio para el mar, con chipirón de anzuelo, besugo o lenguado trabajados a la llama. El resultado es una cocina directa y elegante, donde la técnica está al servicio del producto y el producto al servicio del comensal.
Relevo generacional con continuidad
La nueva etapa llega con Diego y Víctor Iglesias al frente del día a día, en una transición natural que refuerza la hospitalidad cercana, la transparencia en sala y la trazabilidad de la crianza propia. “El proyecto no cambia lo que somos; ilumina nuestra historia para que el cliente la viva desde que entra”, explican. La continuidad no es inmovilismo, sino respeto por el legado de la casa fundada en São Paulo en 1957 y adaptada a los códigos de hoy.
Un compromiso renovado con Madrid
Rubaiyat Madrid fue pionero en introducir en la capital el discurso del producto de origen y la parrilla como espectáculo cotidiano. Veinte años después, celebra el camino recorrido sin nostalgia, con un interiorismo que renueva códigos y una cocina fiel a aquello que lo convirtió en referencia. “Madrid exige mucho y regala más”, afirman los hermanos Iglesias. “Rubaiyat responde redoblando su compromiso con la ciudad para los próximos veinte años.”
