La Sal de Añana ha sumado a un nuevo e ilustre chef a su extensa lista de embajadores internacionales. Se trata de Diego Guerrero, el prestigioso vitoriano que luce dos Estrellas Michelin en el mandil con el que cocina en el Club Allard de Madrid. El joven alavés, ex de El Refor de Amurrio, se ha convertido en uno de los chefs españoles de referencia y se suma de esta manera a una lista selecta de ocho cocineros que acumulan 18 estrellas Michelin y «avalan con sus creaciones y con su imagen la calidad del oro blanco que se produce en el Valle Salado de Salinas de Añana».
Guerrero cuenta en su currículo con una matrícula de honor en la Escuela de Cocina Zabalburu de Bilbao, trabajó con Martín Berasategui y Manolo de la Osa y también dejó su sello en el restaurante Goizeko Kabi de la capital de España. Ahora regenta el Club Allard, un selecto local concebido como una sociedad privada para la elite empresarial y burguesa de Madrid, pero que ha terminado abriéndose al gran público gastronómico. Sus novedosas creaciones le han valido al alavés un sinfín de reconocimientos en este ámbito.
Cultura y turismo
Junto a Guerrero, la nómina de embajadores de la Sal de Añana la componen chefs que colaboran con la Fundación de forma desinteresada. Entre ellos están Martín Berasategui, Pedro Subijana, Joan Roca, Eneko Atxa, Andoni Luis Aduriz, Patxi Eceiza y Francis Paniego. Estos dos últimos, del Zaldiaran y del Hotel Marqués de Riscal de Elciego, respectivamente.
Este «oro blanco» se produce de forma completamente artesanal y ecológica en Salinas de Añana. Y el proyecto que lleva la Fundación Valle Salado, en el que colaboran el Ayuntamiento del pueblo y la Diputación alavesa, también se encarga de mantener, conservar y recuperar el singular paisaje a través de la cultura y el turismo. El Paisaje Cultural del Valle Salado es candidato a convertirse en Patrimonio Mundial de la Unesco en 2014.
INFORMACIÓN DE www.elcorreo.com
IMAGEN DE thegourmetjournal
