El día 3 de febrero se celebra el día de la carrot cake, una tarta a la que muchos consideran americana, pero cuyo verdadero origen es británico y aunque a España llegó no hace mucho tiempo, lo hizo con fuerza y rápidamente se ganó un hueco en las cartas de miles de restaurantes y cafeterías de todo el país.
No se sabe cuándo nació la tarta de zanahoria pero lo que sí podemos asegurar es que “se popularizó durante la época de escasez y racionamiento de la II Guerra Mundial en Gran Bretaña”, comienza diciendo Moncho López, alma mater de las panaderías y cofee bakeries levaduramadre, donde preparan una de las mejores recetas de Madrid.
“Durante estos años el azúcar era un ingrediente muy escaso y muy caro, por ello en la elaboración de algunos dulces lo sustituyeron por un vegetal con una capacidad edulcorante muy alta como es la zanahoria. Con ello lograron un bizcocho dulce, bastante húmedo y sin sabor a zanahoria. Lo de hacerlo en capas, añadirle frostings y rellenos vino después”, añade.
Sin capas, con nueces, muy altas, con mucha canela…
Hay una receta diferente para carrot cake que encontremos: con nueces, con pistachos, con piña, con mucho frosting de queso, con una crema muy ligera… pero lo que segur encontrarás son estas tres especias: canela, jengibre y nuez moscada “y ahí está una de las claves de la receta, en encontrar el sutil equilibrio entre las tres porque todas ellas tienen mucho sabor y si nos pasamos de alguna, nos cargamos el bizcocho”, explica Moncho.
En levaduramadre preparamos la tarta de zanahoria como “un layer cake (con varias capas) con frosting de queso crema elaborado a base de mantequilla, queso y azúcar para que mantenga bien la humedad “ y el resultado es espectacular.
En Bendita Locura Coffee & Dreams, uno de los pioneros en servir esta tarta en Madrid, también lo preparan como un layer cake, en este caso con una capa de relleno de frosting de queso. “Uno de los postres y meriendas favoritos de nuestros clientes desde hace años”, asegura David Monzón copropietario del gastrobar.
En la cadena de hamburgueserías gourmet Timesburg lo sirven sin capas y con una crema muy ligera que no llega a cubrir todo el bizcocho, “es el punto dulce al final de la comida, pero sin llenar ni empalagar”, nos comentan. “Tenemos además dos versiones del carrot cake, la que se sirve en Timesburg Gold, y la del resto. Son diferencias sutiles, pero hay que probar las dos recetas para conocerlas”, añaden.
