Cuenta Clément Babinet, desde Luccullus, la Asociación Gastronómica Francesa en Argentina, una leyenda que fue creada por las hermanas Tatin en su famoso restaurante de Lameute-Beuvron, pequeño pueblo del centro de Francia, al final del siglo XIX.
Una noche, el alcalde del pueblo vino a cenar y pidió una tarta de manzanas, especialidad de la casa. Pero una de las hermanas, superada por los acontecimientos y los clientes demasiado numerosos, dejó caer la tarta! Imposible cancelar el pedido del alcalde… Entonces, la otra hermana tomó unas manzanas frescas y recuperó el fondo de tarta para ponerlo por encima, y cocinar rápidamente la tarta al revés.
Se cuenta que al alcalde y a sus amigos les gustó tanto que los otros clientes pidieron la misma y que, así, la tarta Tatin se hizo famosa.
Es uno de los tantos ejemplos famosos de serendipia… Así que cocinen, intenten cosas nuevas, equivoqúense, y quizás inventaran une nueva receta legendaria…