El restaurante de Jesús Velasco debe su nombre al pasodoble compuesto en 1925 por el músico catalán Jaume Texidor. En la decisión de poner a su establecimiento el nombre de “Amparito Roca”, el reconocido chef manchego asegura que indudablemente hay una implicación histórica y personal.
La primera, según ha contado en una entrevista para Gastronomia.com, porque “es el pasodoble que por tradición abre y cierra las fiestas de Atienza, un pueblo medieval precioso de la provincia de Guadalajara” y del que es originario.
Con respecto a la implicación personal en la elección de dicho nombre, Velasco no solo confiesa que le apasiona el pasodoble, sino que, además, según ha declarado, su abuelo “fue cuidador de la Plaza de Toros y torilero” de Atienza.
(De Izq. a dcha): Eugenio Collado, Jefe de Cocina de Amparito Roca; Mariano Rajoy, presidente del Gobierno y Jesús Velasco
La historia del restaurante Amparito Roca tiene su origen en Guadalajara hace 22 años. Fruto del indudable éxito cosechado durante todos estos años, Jesús Velasco decidió trasladar su restaurante a Madrid a finales de 2016, en concreto, a la calle Juan Bravo,12, esquina Lagasca.
La propuesta gastronómica de Amparito Rocase sustenta en una ampliacarta con entrantes, segundos y postre, y en tres menús diferentes: un “Menú Al Gusto”, un “Menú Gastronómico de Temporada” y un “Menú para Grupos”.
Durante la conversación mantenida con el reconocido chef, Velasco ha definido su cocina como “de temporada, de inspiración totalmente popular y puesta al día”.
De cara a la temporada de verano, ha explicado que el comensal puede disfrutar de platos como el ajoblanco con crujiente de torrezno, sardina ahumada y sorbete de tempranillo; gazpacho marinero con tropezones de salpicón; una menestra natural de verduras y una ensalada de tallarines de hortalizas y frutas con helado de queso y vinagreta de frutos rojos.
En lo que respecta a la carta de vinos, Velasco cuenta que su bodega alberga más de 350 referencias. Confiesa que dentro de las propuestas para esta temporada le ha sorprendido gratamente un vino que ha incorporado recientemente en su carta, el Flamingo Rosé de Conde de San Cristóbal, de Ribera del Duero. “Es un vino rosado tipo lágrima muy frutal y muy suave. Está riquísimo”.
