Comer en el tren siempre me pareció algo mágico. Influenciada sin duda por el cine, me viene a la cabeza aquel vagón-comedor cargado de elegancia y distinción de los años 20. Esa es la sensación que tuve la primera vez que entré en el restaurante A Estación de Cambre. No porque el sitio sea pretencioso, ni mucho menos, si no porque su ubicación (pegado a las vías del tren) y la forma de su comedor (que recuerda claramente a un vagón) nos traslada a ese ambiente cálido y apetecible que conseguían aquellos espacios.
Sus cocineros,Beatriz Sotelo y Xoan Crujeiras han sabido aprovechar este lugar cargado de encanto con una oferta gastronómica de alta cocina y a un precio muy asequible.
Su carta apuesta por los productos de la tierra y las elaboraciones tradicionales cargadas de recuerdos. Sin perder de vista las numerosas distinciones que han logrado en apenas 10 años de trayectoria, ofrecen un menú adaptado a los tiempos de crisis con precios que ellos mismos califican de «normalitos». También mantienen su oferta degustación dentro de una propuesta honesta cargada de identidad, trabajo y talento. Y es aquí donde apreciamos realmente la personalidad creativa de Beatriz y Xoan.
Un rincón en el que perderse a disfrutar del trabajo bien hecho.
Restaurante: A Estación
Ubicación: Carretera de la estación 51, Cambre
Reconocimientos: Una estrella Michelín
Precio menú: 55 euros
REDACCIÓN Marta de Dios