Actualmente más y más personas se preocupan por su salud y para ello, es fundamental mantener una alimentación saludable. El Informe ‘We are what we eat. Healthy eating trends around the world’
de 2015 desvela que los consumidores de hoy buscan productos frescos, naturales y poco procesados.
Se incrementa el interés de los beneficios que tienen los ingredientes que ayudan a la prevención y el tratamiento de enfermedades, así como los que favorecen un buen estado de salud.
Cabe tener en cuenta que el 30% de la población global (y el 62% de los habitantes de países desarrollados) padece sobrepeso u obesidad y casi el 8% padece diabetes. No es de extrañar que a nivel mundial el 50% de los consumidores declare que está activamente intentando perder peso, y que de estos, el 65% está reduciendo el consumo de grasas, el 62% el de chocolate y productos azucarados, el 41% el tamaño de las raciones, el 37% escogiendo menos productos procesados y el 57% ampliando la dieta con más alimentos naturales y frescos. Asimismo, el 77% declara practicar una dieta saludable. Es decir, los consumidores aspiran a una mejor salud y a una alimentación más saludable.
El estudio asegura que están dispuestos a gastarse un poco más de dinero por estos alimentos, siendo los Millenials (21-34 años) los que más pagarían, seguidos por los Baby Boomers (50-64), la Generación X (35-49) y la Generación Z (menores de 20). En definitiva, son los jóvenes quienes más fuertemente apuestan por los productos saludables. Los más mayores, por su parte, se decantan más por los alimentos sin azúcar o bajos en azúcares.
Así la preocupación de los ciudadanos no solo se materializa en casa, sino también durante los viajes. Los huéspedes de los hoteles agradecen una alimentación cada día más saludable. Los establecimientos suelen satisfacer sus necesidades en los desayunos, donde, además se pueden elegir diferentes tipos de panes, una gran variedad de fruta fresca, cereales integrales, frutos secos, lácteos desnatados, etc.
Pero la oferta saludable de los hoteles ya no es suficiente para los clientes, porque tienen muchos más puntos de venta que el desayuno. Por poner unos ejemplos: si los huéspedes deciden probar la gastronomía del hotel, puede que no encuentren opciones apetitosas a la vez que saludables que les permitan mantener sus hábitos. Si se quedan trabajando en el hotel y quieren picar algo entre horas, el minibar solo dispone de bebidas alcohólicas, frutos secos salados y fritos y aperitivos ricos en grasas y azúcares; y si descansan plácidamente en la habitación y deciden pedir algo del servicio de habitaciones, descubren que la opción más ‘ligera’ es el Club Sandwich o la ensalada César.
Debido a esta enorme carencia en cuanto a ofrecer una alimentación equilibrada en los hoteles se refiere, nace Healthia Certification, el primer y único sello de alimentación saludable de carácter mundial dirigido al sector hotelero. Mediante la ©Norma Healthia, que incluye 264 requisitos, se auditan todos los puntos de venta y servicio y se aseguran opciones saludables en cualquier momento del día (minibar, servicio de habitaciones, cafetería, menús de grupo, bar, restaurante…).
En palabras de una de las dos socias fundadoras de la empresa, presidenta de BeHealthia y experta en nutrición y dietética desde hace más de 15 años, Martina Miserachs, “con Healthia Certification los hoteles no solo dan respuesta a personas que se quieren cuidar, sino que además pueden responder a las peticiones de personas con hipercolesterolemia, sobrepeso u obesidad y diabetes, así como de vegetarianos y deportistas, que tienen unas características de alimentación concretas. De este modo los hoteles acreditados dan respuesta a los usuarios y visitantes que se preocupan cada vez más por comer bien porque saben que es el paso para alcanzar el bienestar”.