Un equipo liderado por LieveGoucé -de la Hasselt University- se ha dedicado a realizar un experimento que buscaba explorar los diferentes efectos de un aroma de chocolate en el ambiente de consumo. El estudio pretendía averiguar si un aroma a chocolate, presente en un entorno comercial, tendría un efecto positivo en el comportamiento de los compradores.
El entorno elegido para llevarlo a cabo fue una librería que durante 10 días, y sólo por unas horas cada jornada, se impregnaba con aroma a chocolate. Fueron 201 los participantes y las cifras mostraron que el olor a chocolate tuvo un efecto positivo para el comercio. Al ser un aroma sutil, provocó que los clientes dedicaran más tiempo a mirar los productos –sin buscar un libro en concreto y llevarlo a la caja-, a hablar con los empleados, seguramente buscando estar más tiempo en ese entorno. Las ventas aumentaron.
El aroma a chocolate generó un aumento del 40% en la venta de libros relacionados con la gastronomía y por el 22% del resto de temáticas. Como curiosidad, además, los resultados muestran que el rosa fue uno de los géneros más favorecidos por el aroma. Los responsables del estudio, que fue publicado en el Journal of EnvironmentalPsychology, terminaron sugiriendo que otros aromas agradables podrían ayudar con las ventas de géneros relacionados. Tal vez un aroma a mar, a sal, ayude a vender libros náuticos o de viaje, o un aroma floral ayude a vender libros de jardinería.
REDACCIÓN Gastronomía.com