Clara María Gonzaléz de Amezúa recibirá el Premio Nacional de Gastronomía Toda Una Vida. Un galardón que reconoce su contribución a la historia de la gastronomía en su país desde la tienda de menaje y utensilios de cocina Alambique, que abrió en Madrid en 1978, y que casi cuarenta años después sigue siendo uno de los referentes del sector.
La iniciativa de Clara María fue revolucionaria porque en los años 70 y 80 los utensilios de cocina se vendían en ferreterias. Pero lo más transcendental para la evolución del sector gastronómico fueron los talleres y clases demostrativas que empezó a organizar en un momento en el que las alternativas de formación para los cocineros españoles eran muy limitadas. Por la escuela de Alambique pasaron las estrellas de la alta cocina francesa, entonces en la vanguardia de la alta cocina mundial. Para los profesionales españoles escuchar a los maestros franceses era una oportunidad única.
El éxito de las clases dio lugar a que, pocos años después, se fundara la escuela bajo el nombre de Juan Altimiras en honor al fraile que tantos secretos nos desveló sobre la enseñanza y práctica de su oficio en el libro Nuevo Arte de Cocina.
Alambique sigue manteniendo como principal objetivo ofrecer las últimas novedades en menaje de cocina y en utensilios de cocina, así como aquellos artículos que ya se pueden considerar como clásicos e imprescindibles en una cocina actual y contemporánea. Ahora en manos de la hija de Clara María, la tienda vende sus productos también vía online.
El Premio Nacional de Gastronomía Toda Una Vida se entregó por primera vez en 2012 a Mariano Garcia. Luis Irizar y Juli Soler recibieron el galardón, este último a título póstumo, en 2013 y 2014, respectivamente.
