Las bebidas elaboradas a base de ingredientes vegetales y agua son una opción cada vez más considerada por los consumidores no sólo como alternativa a la leche de vaca en casos de intolerancias alimentarias o dietas vegetarianas sino también por el placer para el paladar.
Las bebidas de soja, avena, nueces o arroz son cada vez más comunes en los lineales de los supermercados pero la sencillez del proceso de elaboración hace posible además su preparación en casa, siguiendo nuestras propias preferencias.
Diferentes semillas, cereales, hierbas o frutos secos pueden servirnos de base para elaborar una leche no láctea o bebida vegetal. En general el proceso consiste en "exprimirlas" utilizando una batidora o un dispositivo similar y añadir su "jugo" o pulpa a una cantidad determinada de agua. A diferencia de lo que nos ofrecen las bebidas industriales existentes en el mercado, en casa podemos elaborar nuestra propia receta agregando diferentes especias o condimentos.
Aunque podamos percibirla como una moda nutricional más, la técnica del molido y filtrado de diferentes semillas fue de uso popular común en diferentes épocas y regiones. La horchata de chufas es una de las bebidas vegetales tradicionales más reconocidas pero en otras zonas de España fueron populares la leche de cacahuetes, en Zaragoza; la leche de semillas de calabaza, en Murcia, y la leche de almendras, en Islas Baleares.
