El consumo de aceite de oliva en España ha bajado en medio litro en los últimos cinco años, según el Anuario de la Alimentación de Mercasa, referido al 2014, publicado hace pocas semanas.
El consumo por persona en España se sitúa en 9,2 litros. Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco son, por este orden, las comunidades autonómas en las que el consumo es mayor, por encima de los 11 litros anuales. Por el contrario, en Murcia, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana la cifra no alcanza los 7 litros.
Además, en todos los casos, el consumo de aceite virgen extra es notablemente inferior al de aceite de oliva refinado.
La banalización del producto, utilizado como gancho en las grandes superficies, como sucede con la leche; los cambios en los hábitos en el hogar donde las comidas precocinadas y el fast food son más habituales; la crisis económica y de consumo o la escasa penetración que sigue teniendo en el Canal Horeca de Hostelería y Distribución, sobre todo en las grandes ciudades; son algunos de las causas a las que el sector atribuye esta evolución negativa.
