La gran feria del vino a granel, World Bulk Wine Exhibition, ha cerrado ayer en Ámsterdam su séptima edición con un crecimiento del 15% y la participación de profesionales de 66 procedencias. Durante los pasados dos días, la ciudad holandesa ha sido capital de vino y punto de encuentro para los principales actores del sector, productores, compradores y profesionales con un objetivo muy claro: hacer negocio.
La defensa de la calidad es una de las razones de ser de este encuentro profesional que comparten más de 200 empresas de 20 países que participan este año con sus vinos: Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Chile, China, EEUU, España, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Italia, Kosovo, Malasia, Moldavia, Portugal, Sudáfrica y Nueva Zelanda. Todas estas regiones concentran más del 85% de la oferta mundial de exportación de vino a granel.
La directora del encuentro, Otilia Romero de Condés, se ha mostrado muy optimista con el transcurso de esta edición y con la gran presencia de vendedores y compradores. Ha destacado el crecimiento progresivo que está experimentando este encuentro anual y ha deseado una vez más que el esfuerzo realizado, a nivel de organización, dé sus frutos con buenas y rentables operaciones para todos.