En España se comercializan más de 1.000 especies de pescados y mariscos. Productos que llegan a los mercados gracias al trabajo de 34.000 personas que salen al mar o que se crían en los más de 5.120 explotaciones de acuicultura que convierten al país en el lider en produccion en la Unión Europea.
Las cifras son del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que prepara para los próximos días una campaña para animarnos a consumir productos pesqueros. La promoción parece necesaria a la luz de datos como el que refleja la encuesta de presupuestos familiares del INE, por citar el más reciente: comemos, de media, 21 kg de pescado al año, menos de la mitad que de carne, y el consumo se redujo en 2014.
Una de las herramientas que tradicionalmente se han utilizado para aumentar los ítems de calidad y mejorar la comercialización de los productos son los certificados de calidad con figuras como la Denominación de Origen Protegida o la Indicación Geográfica Protegida.
Sólo tres productos pesqueros están reconocidos con estos sellos de calidad diferenciada en España:
DOP Mejillón de Galicia. Los mejillones que realmente proceden de las rías gallegas pueden llevar en su envase la marca Mejillón de Galicia. Los productos frescos que utilizan como materia Mejillón de Galicia incorporan además un logotipo identificativo de las DOP europeas. Y los productos transformados incorporan una leyenda con el texto ‘elaborado con’.
IGP Melva de Andalucía. Identifica las conservas de filete de melva, de las especies Auxis rochei y Auxi thazard, capturada en el litoral andaluz y elaboradas artesanalmente. El pelado de la melva se lleva a cabo de forma manual, sin intervención de productos químicos. Como líquido de cobertura se utiliza exclusivamente aceite de oliva o de girasol.
IGP Caballa de Andalucía. Identica las conservas de caballa en aceite, elaboradas artesanalmente, con filetes de la especie Scomber japónicus, también capturada en la costa andaluza.
