La entomafagia, el arte de comer insectos, es una tendencia muy extendida en países de Ámerica del Sur, África o Asia. Abejas, grillos, saltamontes e incluso mariposas son consumidos por unos 2,5 millones de personas y hasta la FAO ha recomendado recientemente el consumo de estas especies, como medida para acabar con el hambre en el mundo.
A pesar de todos estos datos, los chefs españoles son reticentes a adaptar sus cocinas y menús a este tipo de gastronomía.
Juan Mari Arzak admite que le encantan los chapulines pero que no los serviría en su restaurante. «Es una cuestión cultural» asegura el chef. Ángel Léon, también conocido como «el chef del mar» propone mirar al mar, en el que todavía quedan un gran número de especies por descubrir, antes de recurrir a los insectos. Tampoco se muestra muy partidario de esta opción el cocinero asturiano Nacho Manzano que afirma que «si no has probado un centollo en tu vida y te lo hacen comer sería súper desagradable, pero para nosotros es un manjar porque obedece a nuestra cultura».
Por otro lado, Gorka Txpartegui, del restaurante Alameda, se considera un fanático de las hormigas y el chef Ricardo Sanz, quien sí ha incluido insectos entre sus creaciones, dice que no le importaría repetir la experiencia.
Y vosotros, ¿qué opináis sobre la cocina de los insectos? ¿Estaríais dispuestos a probarla?
FUENTE E IMAGEN El Mundo