Rodrigo de la Calle todavía no ha querido hacer declaraciones y el hotel madrileño se ciñe a un escueto comunicado en el que alegan «motivos empresariales» para prescindir del padre de la «revolución verde en la cocina».
Conocido por su apuesta vegetal en su oferta gastronómica, el 1 de octubre de 2013 Rodrigo de la Calle presentaba la primera carta basada en un menú verde para Villa Magna. Lo veíamos contento y feliz «tengo acceso a productos que antes no estaban a mi alcance y a una infraestructura increíble». Hace apenas 15 días cerraba su restaurante homónimo (con una estrella Michelin) para centrarse en el nuevo proyecto.
Desconocemos todavía los detalles del despido y cuáles serán ahora los planes del chef, aunque es verdad que en el historial de la cadena hotelera los responsables de cocina no duran demasiado. A Villa Magna no le tembló el pulso al echar, hace unos años, a Eneko Atxa (ahora 3 estrellas Michelin en su restaurante Azurmendi), aunque él ejercía como asesor gastronómico y no como chef ejecutivo.
El chef madrileño, que vivió el cierre de su restaurante en Aranjuez más como un traslado que como un cierre, podría replantearse volver a abrir con sello propio o dedicarse a otros proyectos.
REDACCIÓN gastronomia.com