El café, el arroz o la pasta podrían dejar de lucir etiquetas con la fecha de caducidad. ¿El motivo? La Unión Europea podría estar a punto de acabar con los etiquetados para reducir los 89 millones de toneladas que se desperdician al año en el viejo continente.
El debate se producirá en junio y la propuesta la defienden varios países como Holanda, Suecia o Alemania. Apuntan que eliminar estos productos de la lista de perecederos evitará que 15 millones de toneladas de comida se tiren a la basura. En el ámbito doméstico supondrá un ahorro de 600 euros anuales por familia.
Frente a los que consumen alimentos que han sobrepasado la fecha de caducidad, el 15% de la comida que se tira es a causa del mismo dato, aportado en los envases.
Los ministros de los países que secundan la iniciativa de quitar la fecha de caducidad de esos productos defienden que el consumidor se deshace de comida de forma innecesaria porque confunde el concepto «consumo preferente» con «fecha de caducidad» y en muchos casos la preferencia no tiene que ver con la seguridad sino con la merma de calidad.
La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) cita algunos productos que se pueden consumir aunque hayan pasado días o semanas desde la fecha que pone en su envase –mientras no estén abiertos: Yogures, pan de molde, patatas fritas o frutos secos, bollos y galletas, refrescos y bebidas alcohólicas, pasta, arroces y legumbres, mermelada y mantequilla, embutidos y quesos curados, sopas y salsas de sobre o brics de tomate frito.
REDACCIÓN gastronomia.com
