Coca-Cola prevé despedir a 750 trabajadores de los 4.200 que forman la plantilla de España. Cerrará sus plantas de Fuenlabrada, Colloto, Alicante y Palma de Mallorca y reforzará producción y plantillas en las otras siete que la multinacional tiene en nuestro país: A Coruña, Bilbao, Barcelona, Málaga, Sevilla, Santa Cruz de Tenerife y Valencia.
En palabras de la firma, la nueva organización pretende a través de esta medida «evitar duplicidades e ineficiencias y unificar criterios». El ámbito productivo se estructurará con arreglo a un nuevo mapa circular que tratará de sinergiar la compañía desde el centro del país.
La atención al cliente se reducirá a las centrales de Madrid, Barcelona y Sevilla y se replanteará la organización comercial. Tras la integración de las embotelladoras en una el pasado febrero, la plantilla sufrirá finalmente un ajuste que afectará a un total de 1.250 personas.
REDACCIÓN gastronomia.com
