Son muchos los gurús del marketing que conocen la importancia de un buen packaging o envasado para que un producto funcione, pero… ¿Es realmente importante en cuestiones relacionadas con gastronomía? ¡O más! Lo cierto es que la pinta que tenga por fuera una caja de cereales o el envoltorio de una hamburguesa pueden inclinarnos a consumirla o no. Recuerda que comemos con los ojos.
Cuando vamos al supermercado nos encontramos centenares de productos de la misma categoría. ¿Cómo discriminamos entre 5 marcas de leche? Seguramente si acudimos buscando un producto orgánico, respetuoso con el medio ambiente y lo más natural posible, nuestros ojos busquen de forma instintiva aquellos bricks con colores verdes, marrones o blancos. Nunca nos fijaríamos en un envase de colores chillones.
Los colores no son lo único importante, que el envase sea práctico, fácil de abrir o de transportar, son algunas de las características que mira siempre el consumidor. Por seguir con el ejemplo de la leche, si se encuentra ante dos de iguales características ¿Escogería la que tiene abre fácil o la que no tiene? Evidentemente el precio juega un factor determinante, pero en el caso de que no hubiera grandes diferencias…
El packaging perfecto es aquel que cautiva, que sugiere y que atrae. Evidentemente, adaptándose mejor a la filosofía del propio producto. De nada nos servirá un packagin enfocado a los niños para vender una ginebra o un whisky.
Aquí las marcas tienen una responsabilidad importante para que el consumidor sepa exactamente lo que consume. Aunque por desgracia no todas tienen una responsabilidad corporativa muy arraigada dentro de sus empresas. Que el envase sea reciclable y que preste atención a los detalles legales son otros factores que se tienen en cuenta en los envases gastronómicos.
Un innovador packaging para nuestra comida rápida
REDACCIÓN gastronomia.com
