De intenso color dorado y sabor dulce, este alimento hace las delicias de los más golosos de la casa. Por suerte, es mucho más que eso y se configura como una opción nutritiva y saludable que puede acompañar un sinfín de recetas.
Según un estudio de la Universidad de Illinois consumir este alimento reduce el colesterol y por lo tanto, las posibilidades de sufrir enfermedades del sistema circulatorio.
Por otro lado su ingesta será muy beneficiosa para aquellas personas que tengan problemas para ir al baño o sufran retención de líquidos, ya que tiene efectos laxantes.
También puede presumir de ser antiséptico, con sustancias que luchan contra las bacterias.
Además, aporta energía, ya que es hidrocarbonado, es decir. formado por hidrógeno, carbono y oxígeno.
Por otra parte también destaca por sus propiedades cicatrizantes, por lo que puede ser un buen compuesto para cremas u otras sustancias para la piel.
Será una excelente elección tras los excesos navideños, pues ayuda a desintoxicar el organismo, ya que estimula el metabolismo hepático.
Como curiosidad, era utilizado también fuera de la cocina por los egipcios durante el proceso de momificación.
REDACCIÓN Gastronomia.com