Coca-Cola vuelve a perder una guerra judicial contra Pepsi tras una demanda a una de sus filiales por el uso de una botella con curvas similares a las de su botella emblemática .
El Tribunal Superior de Auckland, Nueva Zelanda, rechazó la demanda de Coca-Cola contra Frucor, donde se le acusaba de aprovecharse de marcas registradas de la compañía al vender productos de Pepsi -durante un periodo de tiempo de 4 años- en un envase de forma muy similar a la botella curvada que la compañía tiene registrada como propia.
El juez que instruyó el caso consideró que la demanda no tenía lugar argumentando que las botellas no eran sustancialmente similares, considerando que no había posibilidad alguna de «confusión o engaño al consumidor». El juez tampoco estuvo de acuerdo en que la filial de Pepsi violara la Ley de Defensa de la Competencia por inducir al error al consumidor mediante el uso de botellas similares.
En la acusación, Coca-Cola aseguraba que Pepsi en Nueva Zelanda llevaba desde 1999 incumpliendo la ley de competencia justa al envasar tres marcas de sus bebidas en botellas similares a las de la compañía. Frucor rechazó la demanda diciendo que no había similitudes significativas entre las botellas y que los envases presentan claramente las marcas de Pepsi.
La conclusión del juez fue tajante: «La característica principal de las botellas y que tienen en común es la cintura, pero esto no es suficiente para justificar una irregularidad».
REDACCIÓN gastronomia.com