Comer sano es el mejor de los remedios para estar fuertes y mantenernos alejados de resfriados. Y más en invierno, ya que con el frío somos mucho más vulnerables. Por eso os damos algunos motivos para incluir las siguientes frutas en vuestra dieta durante esta época del año.
Los cítricos son algunas de las frutas más aconsejables, como por ejemplo las naranjas. ¿Por qué? El motivo principal es que están cargadas de vitamina C, que ayuda a aumentar nuestras defensas y favorece la producción de interferón, que lucha contra los virus que quieren atacar las células. Es recomendable consumir la pieza entera y en caso de exprimirla, beber su zumo de inmediato ya que así se evitará que pierda sus propiedades.
Lo mismo ocurre con los kiwis. Estos también poseen vitaminas como la E y mucha fibra. Son diuréticos y perfectos para saborear en cualquier momento del día. Además tienen propiedades antioxidantes, por lo que pueden prevenir algunas enfermedades, como las relacionadas con el sistema circulatorio.
Los arándanos son otra opción que permitirá incrementar nuestros niveles de antioxidantes. A mayores, se puede decir que son antiadherentes, ayudando a que las bacterias no se «peguen» a las células y evitando así infecciones.
La piña es otra fruta con vitamina C. Aparte, contiene vitaminas como la B1 y B6; así como minerales y ácido fólico. Otro de sus aspectos positivos para la salud es que contiene bromelina, que es una enzima que ayuda a hacer la digestión y lucha contra los parásitos del intestino. También contiene mucha agua, algo que en invierno viene muy bien ya que ingerimos bastante menos que en verano.
La pera por suerte se puede encontrar durante casi todo el año. Como la piña, destaca por su gran contenido en agua, además de fibra, azúcares. ácido fólico y minerales.
REDACCIÓN Gastronomia.com