La Agencia Tributaria ha hecho públicos los últimos datos de impuestos especiales que reflejan los efectos de la subida fiscal a las bebidas espirituosas aprobada por el Gobierno en el mes de junio. Esas cifras muestran que entre julio y septiembre se comercializaron 1.050 millones de litros de cerveza. Se trata de una estimación de Hacienda que, en caso de cumplirse, supondría el mejor trimestre de la serie histórica que se inicia en 1995.
Y es que la estadística tributaria refleja los litros de alcohol o cerveza que salen de una fábrica o se importan desde el extranjero para entrar en el circuito comercial interior. La buena marcha que prevé Hacienda en el caso de la cerveza contrasta con los malos datos del sector de bebidas espirituosas. En este sentido, la Agencia Tributaria estima que, en el tercer trimestre, las ventas mayoristas de alcoholes como whisky, ginebra o vodka se limitaron a 19 millones de litros, la peor cifra jamás registrada entre julio y septiembre.
Así, tras el incremento tributario, la recaudación por el impuesto especial sobre el alcohol aportó 38 millones en octubre, un 30% menos que en el mismo mes del año anterior. Dentro de las bebidas con alcohol, los espirituosos soportan la mayor carga fiscal, seguido a cierta distancia por la cerveza. También existe un impuesto especial sobre el vino, sin embargo, España aplica un tipo del 0%.
Desde la Federación Español de Bebidas Espirituosas (FEBE) argumentan que se enfrentan a uno de sus peores años y, por su parte, desde Cerveceros de España hablan de un vínculo entre ese mayor consumo de cerveza y una cierta mejoría de la economía y es que, según explican, la cerveza no compite con los espirituosos.
En cualquier caso, el Ejecutivo tiene previsto aprobar el próximo año una reforma fiscal que modifique la mayoría de figuras tributarias. Un comité de expertos ya está trabajando en la elaboración de un informe que servirá de guía.
La mayoría de analistas y los expertos apuestan por reducir la fiscalidad directa (IRPF y Sociedades, entre otros) y elevar los impuestos indirectos. En este grupo entra el IVA y también los impuestos especiales que gravan al alcohol, al tabaco o los hidrocarburos.
REDACCION gastronomia.com
