Dos jóvenes economistas –el francés Sébastien Morvan y el belga Olivier de Brauwere- crearon en Bélgica una cerveza totalmente nueva. Para ello, sometieron al público durante semanas a la cata de cuatro tipos distintos, todos de fabricación casera, siendo una rubia amarga de 6 grados la que tuvo mejor aceptación.
Le pusieron por nombre de prueba Delta, y la sacaron al mercado con una etiqueta negra y verde en la que se lee «Brussels Beer Project», que es el nombre con el que los dos bautizaron a su proyecto.
La cerveza se está fabricando en casa de Bart Durlet, un joven de 29 años que se ha unido a estos dos chicos. Como objetivo para este primer año, se fijan alcanzar las 120.000 botellas producidas (unos 400 hectolitros de cerveza) y para conseguirlo, no contemplan por ahora la posibilidad de subcontratar.
De momento, Delta sólo puede localizarse en poco más de diez establecimientos de Bruselas y en un par de tiendas especializadas, aunque sus creadores confían en que el «boca a boca» y las redes sociales ayuden en esta tarea. Sus ideas son muy claras: llevarla a otros mercados, como el francés o el español (les gustaría implantarla el año que viene en Madrid o Barcelona), pero huyendo de la producción industrial a gran escala y estableciendo una fábrica con toda la tecnología necesaria que les permita obtener una cerveza con un sabor 100% natural y de gran calidad.
Pero lo cierto es que para lograr estas metas todavía falta. Ahora mismo, los dos chavales necesitan mil millones de euros que les permitan seguir con el proyecto; y para conseguirlos, son conscientes de que, como todo el mundo, tendrán que acudir a la búsqueda de crédito bancario.
Mas ésta será su última fase, porque en un principio, confían en tener que pedirlo sólo para la compra de maquinaria; por ahora, han optado por la vía del «micromecenazgo»: cualquiera puede hacer una aportación económica y ganarse un bono en cerveza para toda la vida.
¿Qué amante de la cerveza diría que no?
REDACCIÓN Gastronomia.com