A la hora de enfrentarse a una dieta, todo el mundo sabe de memoria que hay alimentos más beneficiosos que otros. Sin embargo, seguro que muchos se sorprenderían si leen que el simple hecho de beber agua ya ayuda a adelgazar.
Así lo ha demostrado una revisión bibliográfica publicada por un grupo de investigadores de la Clínica Universitaria Charité de Berlín en la revista «American Journal of Clinical Nutrition», y que contiene evidencias científicas de peso. Según este trabajo, un aumento en el consumo de agua, unido a un programa dietético, facilita pérdidas de peso desde los primeros tres meses. En adultos, beber agua fuera de las comidas calma el hambre, con lo que disminuye la ingesta calórica; además, el efecto termogénico producido por este consumo podría ayudar a aumentar el metabolismo, quemando así, calorías.
Los científicos dejan claro en su trabajo que serían necesarios más estudios para afirmar con severidad que el consumo de agua está relacionado de forma directa con la pérdida de peso; pero desde luego, lo que sí parece claro, es que ayuda y mucho al compaginarse con un tratamiento dietético a tenor de lo visto anteriormente.
REDACCIÓN Gastronomía.com
