Si te encuentras de viaje en Francia, además de visitar la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo no puedes dejar escapar la oportunidad de ir a un restaurante y probar un delicioso Ratatouille. Este plato provenzal de la gastronomía francesa se compone de un surtido de berenjenas, calabacines, pimientos, cebolla y tomates cortados en finas rodajas y recubiertas por un chorrito de aceite de oliva. Un plato vegetariano perfecto para los meses estivales del país y que se puede servir frío o caliente.
Nada que ver con los dulces postres de la repostería francesa, pero no todo van a ser baguettes, croissants y crepes.
Para pasar los duros y largos meses de invierno, desde hace siglos la gastronomía rusa se nutre de las sopas más ricas y variadas. Una de las más conocidas en todo el mundo es la sopa Borsch. En ella se incluyen todo tipo de verduras, judías, pepino, col, patatas, setas, cebollas y tomates. El ingrediente secreto que le aporta todo su sabor y ese intenso color rojo es la raiz de remolocha.
Otro plato típico que seguro que conoces por ser de nuestro país vecino es la Francesinha de Oporto. Todo un reto para los paladares que se atrevan con la gastronomía más calórica. Se trata de un sandwich en el que se colocan todo tipo de embutidos, jamón cocido, mortadela, una salchicha, huevo y un bistec de ternera. El sandwich se gratina con una buena capa de queso y se le añaden una salsa picante de tomate y cerveza y una buena ración de patatas fritas.
Se dice que este plato es obra de un cocinero emigrante, retornado de Francia en los años 60, Daniel David Silva.
El plato más conocido de la cocina griega es la tradicional Musaka o Moussaka. Por fuera parece una lasaña italiana de toda la vida pero por dentro sus ingredientes dicen lo contrario. La capa inferior está formada por tiras de berenjenas sofritas, la del medio por carne de cordero muy picadita con tomates y la superior bañada por una espesa bechamel.
Para terminar y si te encuentras en la ruda y lluviosa Irlanda no puedes regresar sin haber probado el típico plato nacional de la cocina irlandesa: un Irish stew, un guiso muy tradicional elaborado con carne de cordero, patatas, cebolla y perejil. Se dice que la receta proviene de la hambruna de mediados del siglo XIX, cuando la economía irlandesa estaba practicamente hundida y lo único que había para comer eran los productos de la tierra.
¿Habéis probado alguno de estos platos en vuestros viajes gastronómicos?
REDACCIÓN MENÚS.ES
IMÁGENES DE www.recetasitalianas.info,www.recetasdeviajes.com, www.dublinersbilbao.com, www.expatgourmet.wordpress.com, www.angsarap.net y www.africapuente.wordpress.com/
Publicado por Gastronomia.com | 10 de junio de 2013
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