Moctezuma fue uno de los últimos emperadores de las más famosas de las extinguidas civilizaciones, la del antiguo Imperio Azteca. Supersticioso y religioso, Moctezuma fue también y ante todo un sibarita adelantado a sus tiempos.
Bernal Díaz del Castillo, uno de los cronistas más importantes de la época, recoge algunos datos importantes sobre la Mesa de Moctezuma en su libro «Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España».
Los Mexicas tenían normas de etiqueta y protocolo a la hora de sentarse a la mesa muy significativas y que se transmitían de padres a hijos. Comer era todo un ritual que debía realizarse con mesura, limpieza y respeto por lo que la tierra les daba y estas pautas, formaban parte de lo que Moctezuma hacía durante cada una de sus comidas.
Antes de comer:
La mesa tenía que estar siempre cubierta por manteles blancos. El emperador Moctezuma comía acompañado de cuatro viejos, que eran sus consejeros pero estos solamente podían comer lo que él decidía compartir con ellos, generalmente lo que más le gustaba. Sin embargo los cuatro lo hacían de pie y con la promesa de no mirarle a la cara.
Mientras comía:
Estaba prohibido hacer cualquier tipo de ruído y alboroto o hablar en un tono demasiado alto. Al ser gobernante, Moctezuma era considerado como un sacerdote, por lo que las atenciones y el respeto por cualquiera de las actividades que desempeñara eran de gran relevancia, incluso el servicio durante la comida. Se le traía gran cantidad de frutas y bebida, aunque al final siempre era menos lo que se comía.
REDACCIÓN Tessy Carrada
Publicado por Gastronomia.com | 8 de octubre de 2013
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