Es un mal generalizado que se ceba con los restaurantes de alta cocina con larga lista de espera. Los comensales deciden no ir, así, con total impunidad y libres de compromiso alguno. El restaurante se come el marrón y reza porque muchos clientes no se pongan de acuerdo para fallar a su reserva. En las noches de fútbol, los establecimientos de hostelería se resienten más de la cuenta.

16 cubiertos fueron cancelados anoche en el restaurante del chef David Muñoz, que colgó en la red social Twitter un mensaje de socorro: «16 cubiertos cancelados para esta noche! Wow! Si alguien esta interesado que avise.....». Apenas tres horas después del anuncio el restaurante Diverxo había recuperado todas las mesas.

La Champions le jugó una mala pasada a uno de los restaurantes más solicitados de Madrid. El Real Madrid- Juventus se disputaba a las 20.45 y pocos querían perdérselo. La mayoría optó por anular su reserva y dejaron a Diverxo con el culo al aire. El precio medio por comensal del restaurante madrileñó no baja de los 100 euros, que si multiplicamos por 16... Las redes sociales se encendieron y fueron muchos los que salieron a arropar al restaurante y a su chef, que en apenas tres horas había recuperado las mesas.

Anécdotas puntuales al margen, sería bueno reflexionar un segundo sobre la educación y el compromiso. Lo que quieren decir esas dos palabras antes de levantar el teléfono. La crisis nos está poniendo su peor cara, pero no hace falta que la empeoremos nosotros.

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