Una estética muy similar al del extravagante personaje de ficción Willy Wonka y una mente muy creativa, propia de los mejores maestros pasteleros de todo el mundo, Charlie Francis y su empresa Lick me I’m Delicious son un gran referente del sector de los helados artesanos e innovadores.

Sus padres, un fabricante de helados y una cuidadosa repostera del sur de Gales le metieron el gusanillo de la confitería desde pequeño, pero Francis siempre quiso ir más allá, jugando con los ingredientes y experimentando nuevas técnicas para crear este solicitado y frío dulce.

Un día, viendo al inigualable Heston Blumenthal le llegó la inspiración y así fue como decidió montar su propio negocio. Por aquel entonces trabajaba para una empresa de marketing pero nada le impidió dejarlo todo y perseguir su sueño. Para ello, este «gastro-inventor» creó dos máquinas, fruto de su propia imaginación, con las que elaborar una gran cantidad de helados, fusionando el sabor y la textura de los mejores elementos artesanos con compuestos científicos y utilizando como protagonista el nitrógeno líquido.

Pero esto no es todo porque Charlie Francis ha sido noticia hace poco más de un par de semanas por ser el primero en inventar un helado que brilla en la oscuridad. Un gran descubrimiento que ha sido posible gracias al estudio de un investigador chino que consiguió sintetizar la proteína que hace que las medusas brillen. Cada vez que demos un lametón al helado, éste brillará con más fuerza. El empresario inglés cuenta además, que ya está trabajando en otra nueva invención en la que tratará de crear un helado invisible.

Toda una hazaña que lo ha lanzado a los principales medios de comunicación de cientos de países y que ha servido para que su obra se conozca en todo el mundo.

REDACCIÓN Gastronomia.com
IMAGEN DE www.facebook.com/lickmeimdelicious