Este chico tenía claro desde muy temprano que quería dedicarse al mundo de la gastronomía, y todo ello porque a los 10 años se dio cuenta de que o aprendía a cocinar, o seguiría comiendo la comida que tanto detestaba de su madre. Comenzó a formarse por su cuenta, al llegar a casa después de ir a clase. A medida que fue adquiriendo ciertas destrezas, se animó a crear sus propios platos y, aunque eran sencillos al principio, con el tiempo fueron evolucionando y ganando complejidad.
Un año después de comenzar a desarrollar su pasión, se compró el libro The French Laundry cookbook, de Thomas Keller; y Alinea, de Grant Achatz. La lectura de los consejos de estos dos grandes de la cocina fueron en parte decisivos en el aprendizaje del chico. A los trece años, perfectamente consciente de su potencial, abrió con la ayuda de su madre EUREKA, un club en el que en su casa su equipo y él sirven comidas una vez al mes.
Entre algunos de los restaurantes en los que ya ha trabajado se encuentran el Eleven Madison Park, en Nueva York, y el Next y Alinea, en Chicago. El joven, que cree tener un talento especial para la cocina, dice que de mayor su sueño es abrir su propio restaurante y a poder ser, recibir alguna estrella Michellin. De momento, sigue cocinando junto con los mejores chefs.
REDACCIÓN Gastronomia.com
IMAGEN DE thesisterofaculinaryprodigy.blogspot.com, www.diningwithflynn.com