Se dice que en España existe un bar por cada 132 habitantes, dato que sitúa a nuestro país entre los que más establecimientos de esta categoría tiene a lo largo de sus calles. Algunos de ellos llevan a sus espaldas muchos años, transmitiendo lo mejor de nuestra gastronomía en forma de tapas. Un claro ejemplo es El Rinconcillo, cuya cocina, a día de hoy, funciona con tanta fuerza como en sus inicios.

Abrió sus puertas por primera vez en el año 1670, tal y como indica una placa que se encuentra en su interior. Para hacernos una idea, nació 55 años antes que el que es, según el libro Guinness de los Récords, el restaurante más antiguo del mundo, Botín.

Desde 1858 es propiedad de la familia De Rueda, y son Carlos y Javier los que, de generación en generación, han pasado a regir el negocio. Según ellos mismos, las instalaciones se asientan sobre lo que antes era el Convento de San Clemente.

Su oferta culinaria es amplia, con creaciones de la cocina tradicional andaluza-mozárabe. Si se tiene la oportunidad, no se debe dejar de probar las tapas de pavía de bacalao o los garbanzos con espinacas. Además, también ofrece una variada selección de vinos.

Como prueba de su calidad, esta misma semana le otorgaban un merecido segundo puesto en el ranking de Imprescindibles de la Tapa y el Vino de Jérez.

REDACCIÓN Gastronomia.com
IMAGEN DE Facebook El Rinconcillo