Diseñadores de diferentes partes del mundo están trabajando a fondo para que su arte, al igual que la de los chefs, ayude a convertir la comida en algo más sabroso y atractivo. Un ejemplo de ello es la coreana Jin Hyun Jeon .
Inspirándose en el fenómeno de la sinestesia, la creadora pretende estimular el sentido del gusto a través de la cubertería, y en concreto las cucharas, jugando con sus formas, texturas o incluso colores. Busca con esto que la comida vaya más allá de masticar y tragar gracias a unos utensilios que llegan a convertirse casi en «una prolongación de nosotros mismos».
El diseñador venezolano Rodolfo Agrella también ha decidido reinventar los objetos de cocina y adaptarlos a nuestras necesidades. Es así como ha ideado utensilios para preparar la comida y servirla destinados a personas con dificultades visuales, con grabados en braille y además, con unos colores y formas llamativas que facilitan la identificación de cada objeto.
Otro caso es el de la austríaca Marei Wollersberger, que de una forma muy original le da una vuelta a la relación existente entre las personas, la comida y el entorno con su proyecto Therapeutic Manufactory en el que ha ideado tazas de café «empáticas». Entre las creaciones, podemos citar la taza para los histriónicos, que permite sorber de una forma muy ruidosa (alcanzando hasta los 70 decibelios); la taza para paranoicos, que impide que se vea el contenido de la misma; o la destinada a personas que tienen fobia a las bacterias, ya que permite beber sin tocar el borde.
REDACCIÓN MENÚS.ES
IMAGEN DE www.sal.pr y www.di-conexiones.com
Publicado por Gastronomia.com | 30 de abril de 2013
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