Desde pequeños nos enseñan que el agua carece de olor, color y sabor y sin embargo, existen muchas marcas que han decidido comercializarla como un producto de lujo, fijando precios en muchos casos desorbitados. Hacemos un repaso por algunas de las más exclusivas, tanto por su diseño como por su calidad.
Bling H2O
Esta marca de agua, una de las más reputadas del mundo, fue creada por el guionista y productor de Hollywood Kevin G. Boyd. Los precios de sus botellas pueden variar mucho en función del modelo que se quiera adquirir, oscilando entre los 20 y los 2.600 dólares.
En concreto la que se lleva el precio más alto es la Dubai Collection «The Ten Thousand», que presume de estar recubierta de unos 10.000 cristales Swarovski y cuyo diseño se puede personalizar al gusto de cada comprador. Además, el tapón de corcho tiene un encapsulado especial. En cuanto al agua, esta procede de los más profundos manantiales del parque nacional de Great Smoky Mountains de Estados Unidos, al igual que otras marcas cuyo coste es muy inferior. Su creador se justifica diciendo que no vende agua, sino un «estilo de vida». Entre sus reconocimientos la empresa cuenta con una medalla de oro del «Berkeley Springs International Water Tasting Festival». ¿Y quién mejor para promocionar este exclusivo producto que estrellas de la talla de Paris Hilton o Mariah Carey?
Aurentum Switzerland
En concreto el modelo de botella que comercializan es la Aurum 79, decorada con oro puro de 24 kilates y 113 diamantes, con un cristal delicadamente fino. En su interior se alberga un tipo de agua muy puro que procede del manantial de St. Leonhard de Alemania. Su edición es limitada, tanto que sólo se han fabricado tres en el mundo. La entrega de cada una de ellas se cuida al mínimo detalle: van acompañadas de una exclusiva copa y se almacenan en una caja de madera con una cerradura fabricada en oro. Para poder abrir dicho envase se empleará una llave también de oro que se puede utilizar como collar.
Cloud Juice
El líquido también es conocido como «zumo de las nubes», ya que se recoge directamente de la lluvia, empleando para ello una instalación muy particular formada por canales de acero y tanques. El lugar elegido para su almacenamiento es King Island, en Tasmania, debido a que se mantiene protegido de cualquier tipo de contaminación que asegura la máxima pureza del producto. El envasado se realiza a mano y como era de esperar, la producción es limitada.
Su fundador, Duncan McFie, decidió poner en marcha la idea cuando se dio cuenta de que la gente de su entorno disfrutaba bebiendo el agua fresca de los tanques ante la inexistencia de agua de este tipo embotellada. Son muchos los negocios que ofrecen dicho producto, entre ellos, el restaurante El Bulli de Ferrán Adrià.
Fiji Water
Siguiendo con aguas de gran pureza, no podíamos pasar por alto las que bañan las Islas Fiji del Pacífico, que se mantienen lejos de la contaminación, residuos industriales o lluvia ácida. El líquido se extrae del acuífero de Yaqara, un antiguo volcán que se encuentra situado a cientos de metros de profundidad y por debajo de la selva tropical. De entre las diez botellas de agua que se comercializan en Estados Unidos, esta es la única que procede de una fuente «artesanal». Su precio no es tan elevado como otros a los que hemos hecho referencia: 5 dólares la botella aproximadamente.
Tenemos curiosidad por probarlas, ¿y vosotros?
REDACCIÓN Gastronomia.com
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Publicado por Gastronomia.com | 17 de julio de 2013
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