En ocasiones los guiones de los largometrajes exigen que los actores experimenten drásticos cambios físicos para interpretar con mayor veracidad sus personajes. Es por ello que estos se ven obligados a practicar severas dietas, ¿quieres conocer algunos ejemplos?
Ashton Kutcher en jOBS
El actor norteamericano se metió tanto en la piel de su personaje, el fundador de Apple Steve Jobs, que incluso trató de seguir la dieta que este llevaba realizando durante años. Era vegano, y como tal, no ingería ningún tipo de producto de origen animal. Además, aparte de practicar con mucha frecuencia ayunos, podía pasar semanas comiendo sólo un único tipo de fruta. Kutcher acabó ingresado en el hospital, al parecer por complicaciones en el páncreas (este órgano libera insulina que controla el azúcar contenido en alimentos como la fruta).
Christian Bale en El Maquinista
El actor británico tuvo que adelgazar 28 kilos en cuatro meses para dar vida a Trevor Reznik. ¿Cómo lo consiguió? Practicando mucho deporte e ingiriendo únicamente una lata de atún y una manzana todos los días. Al año siguiente batió otro récord al engordar 18 kilos para la película de Batman Begins.
Anne Hathaway en Los Miserables
La actriz de Hollywood tuvo que seguir una estricta dieta compuesta por pasta de harina de avena seca para encarnar a una prostituta con tuberculosis durante el siglo XIX. Con ella consiguió adelgazar los 11 kilos que el guión le exigía perder...y reconoce que no fue fácil, asegurando incluso que el proceso le volvió algo obsesiva.
Renée Zellweger en El diario de Bridget Jones
En este caso se buscaba justamente el efecto contrario a los tres anteriores, ya que el personaje que la actriz encarnaba necesitaba nada más y nada menos que 13 kilos más...y todo ello en un tiempo de seis semanas. Para conseguirlo, la actriz tuvo que seguir una dieta hipercalórica que consistía en la ingesta de una media de 20 dónuts al día, además de un desayunos a base de hamburguesa, bebida y patatas; batidos y bollitos. Para comer, pizza, manteca de cacahuete y patatas fritas. A la noche el plato era un poco más ligero: espaguetis a la boloñesa y de nuevo mantequilla y patatas.
Tom Hanks en Náufrago
Si todos los actores citados anteriormente fueron obligados o bien a adelgazar o bien a engordar, el actor norteamericano tuvo que hacer las dos cosas. El personaje que interpretaba era el de un trabajador que, por motivos de trabajo cogía un avión, el que se acababa por estrellar en una isla desierta. De este modo, en la primera parte de la grabación tuvo que engordar más de 20 kilos en ocho semanas, para lo que su dieta se redujo a alimentos como perritos calientes y hamburguesas. En la segunda parte, tuvo que adelgazar casi 40 kilos, y lo consiguió gracias a una dieta muy rígida que se prolongó durante todo el rodaje. Él mismo declaró que engordar había sido sencillo, lo duro fue adelgazar, tanto que se convirtió en una de las peores experiencias de su larga carrera profesional.
REDACCIÓN Gatronomia.com
IMAGEN DE www.alsurinforma.com
Publicado por Gastronomia.com | 12 de julio de 2013
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