La semana pasada os hablamos del Slow food y su defensa por un estilo de vida saludable a la hora de comer. Hoy queremos acercar a vuestro diccionario culinario otro término que seguro que hace que vuestras mentes recreen los más tiernos recuerdos: Comfort food.

La Comfort food es una tendencia gastronómica extendida en estos últimos años por todo el planeta, que apela a los emociones y sentimientos agradables que nos produce recordar e incluso oler, comidas que evocan situaciones felices de nuestra vida pasada o cotidiana. ¿Quién no sonríe al recordar los guisos tan apetecibles y que con tanto amor prepara una abuela? Pues de eso se trata, de hacer que los platos provoquen en los comensales sensaciones de bienestar.

El término surge en los años 70 y hace referencia a una cocina sencilla, casera y tradicional que hace que muchos recordemos los mejores momentos de cuándo eramos niños. Por ello, esta corriente tiene mucho que ver con factores culturales y geográficos. No es lo mismo haber vivido en España o Italia, países que se caracterizan por una dieta más mediterránea, que haberse criado en una ciudad o pueblo de algún país anglosajón o norteamericano. Una taza de té y una pizza significan para una persona inglesa y otra italiana respectivamente, dos cosas muy diferentes.

En cuanto al sector de la restauración la Comfort Food supone la concepción de una gastronomía muy tradicional, con platos de toda la vida, muy alejados de las corrientes vanguardistas y la cocina molecular o de autor. Eso sí, mucho más económica y fácil de preparar.

¿Y vosotros?, ¿practicáis la Comfort food?

REDACCIÓN MENÚS.ES
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