El pasado domingo, en el programa de la Sexta de Jordi Évole, vimos cómo la transparencia administrativa -trasladada a diferentes sectores- repercute en lo más cotidiano. La restauración no tiene secretos en una ciudad como Nueva York. Gracias a una aplicación, desarrollada por el departamento local de sanidad, podemos conocer cuál es el resultado de las diferentes inspecciones sanitarias. Nos muestran cada detalle que el representante del gobierno neoyorquino apuntó sobre el restaurante: si había indicios de ratones, el estado de almacenaje de los alimentos... Como tener a un Chicote de bolsillo, vaya.
Precisamente en NY, desde julio del 2010, es obligatorio que los negocios de hostelería cuelguen en un lugar visible las calificaciones de la inspección sanitaria. A, B y C o Pendiente en el caso de que aun no se hayan pasado por ahí. Como se imaginarán A es la garantía sanitaria en el nivel más alto, los que tienen la calificación C se consideran los peor valorados en salubridad y sufren inspecciones cada 3 o 5 meses.
¿No sería bueno que algo así ocurriera en nuestro país? ¿Que a golpe de clic o de Smartphone pudiéramos comparar los locales de hostelería, no sólo por precio, si no por lo que es más conveniente para nuestra salud?
REDACCIÓN MENÚS
IMÁGEN: blog.friendseat.com
Publicado por Gastronomia.com | 21 de mayo de 2013
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