Desde que comencé con este blog, siempre fue mi intención, trasmitir de un modo humilde y sin pretensiones, el pensamiento reflexivo del mundo gastronómico que me rodea.

Pues bien, hoy es el típico día, que me sentiría realmente orgulloso, que mis  crónicas cotidianamente banales y carentes de exclusivas profundas, se convirtiesen por un momento, en noticia, de interés general y con importante difusión mediática.

Lástima, que no tenga un apoyo fotográfico que me ayude a ilustrar los fuertes sentimientos de cariño hacía Amaranta y Javier, desplegados ayer por todos los grovenses y foráneos a las puertas do concello, pero me imagino que las que podéis ver en la prensa digital, os pondrán en situación.

La de ayer fue, sin duda, una noche de emociones sinceras, de oradores sin tablas pero con la capacidad suficiente de rasgarte el corazón, nadie tenía la necesidad de hacer políticas parlanchinas, simplemente se trataba de arropar a esta buena gente, e intentar hacer ver a los responsables de esta tropelía, que es un sin sentido que deben arreglar con celeridad.

La balanza confusa que mantiene mi ego cocineril con el grupo Nove, ayer no tuvo mas remedio que agachar la cabeza, aplaudir con entusiasmo y exclamar un chapeau, el ver como muchos de los componentes de esta asociación, acudían sin reparo  a defender a uno de los suyos,  siendo el día y la hora del acto, la mejor opción para un hostelero…

He visto a Pepe Solla en innumerables ponencias congresistas ante los cocineros más destacados del mundo, y os aseguro que jamás lo vi tan emocionado como en su intervención de ayer, me contagió su emocion, y en un entrecortado speech que me ganó por completo, afirmó  sin demagogias que seguramente la cocina de Javier sea la referencia futura de la cocina gallega, lo que subscribo totalmente y acompaño con un… Ole tus colgantes Pepe…

En fin, la de ayer fue una reunión muy gratificante,  me confirmó una vez más, que la naturaleza del ser humano es muy compleja y retorcida, pero si cada uno sacamos lo mejor de nuestro interior, no hay metas imposibles…

Todos somos Culler De Pau.