El pan se ha puesto de moda en los últimos años y más, a raíz de la proliferación de diversos estudios científicos que desmienten los mitos que le rodean hasta el punto de posicionarse dentro de las pautas alimentarias diarias de los españoles.
Las panaderías tratan de consolidar nuevas formas de consumo ofreciendo entre sus productos pan elaborado con diferentes tipos de cereales, semillas y frutos secos. Pero también es el momento de mirar a la panadería tradicional.
En Palma de Mallorca lo hacen para reivindicar el llonguet. Crujiente, pequeño y con una hendidura atravesándolo de arriba abajo al estilo del pain fendu francés. El secreto de un llonguet auténtico no es la masa en sí misma sino su peculiar amasado y posterior formado. La forma alargada y disposición de los alveolos certifican su buena manufactura.
Hasta el 26 de octubre, cada miércoles, locales y turistas podrán degustar el famoso panecillo acompañado de bebida por un precio popular -2,5 euros- en la Ruta del Llonguet. Cuarenta y nueve establecimientos de Palma se han sumado a esta iniciativa.
Rellenos de sobrasada, jamón y queso, caballa, pulpo… salado o dulce, el llonguet admite todo tipo de combinaciones y es uno de los bocados culinarios más sencillos y singulares de Palma. Con esta iniciativa se pretende promocionar el llonguet, dar a conocer las pastelerías y los hornos de Palma e incentivar el consumo de sus productos.
En 2015, la propuesta tuvo una gran aceptación, sobre todo entre el público local. Este año se pretende incentivar su consumo también entre los visitantes. Es por eso que, en las oficinas de turismo de Palma, se repartirá un díptico explicativo con los cuarenta y nueve nombres de los hornos y pastelerías que forman parte de esta iniciativa promovida por Forns i Pastisseries de Palma y que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento. Además, como novedad, este año se ha desarrollado una aplicación móvil con la ubicación de los establecimientos en Google Maps.
