Carlos Moro, presidente y fundador de Bodegas Familiares Matarromera, participó en el SmartEnergy Congress en la mesa redonda «Disrupción tecnológica y nuevas reglas del juego», donde abordó el papel transformador de la inteligencia artificial y la digitalización en el sector vitivinícola. Su intervención subrayó cómo estas tecnologías, junto con la sensórica y la robotización, son clave para la competitividad rural y la excelencia agroalimentaria.
Tecnología que potencia, no reemplaza
“¿Se puede hacer mejor vino con inteligencia artificial? La respuesta es sí”, afirmó Carlos Moro. La combinación de los mejores viñedos, el mejor enólogo y la IA permite alcanzar niveles de precisión y calidad inéditos. El uso estratégico de Big Data, visión artificial y control paramétrico ya se aplica en Matarromera para optimizar cada etapa del proceso: desde el análisis del suelo hasta la trazabilidad comercial.
Viñedos tradicionales, tecnología avanzada
Moro destacó que la innovación no excluye los viñedos centenarios o prefiloxéricos, que requieren intervención humana y producen vinos únicos como Matarromera Prestigio Pago de las Solanas (Ribera del Duero) o CM Viña Garugele (Rioja). La tecnología se integra respetando la autenticidad y el valor patrimonial de estos cultivos.
Infraestructura rural: el gran reto
Uno de los puntos críticos es la brecha digital en zonas rurales. “Necesitamos mejores infraestructuras para que nuestras zonas rurales compitan globalmente”, señaló Moro. La digitalización debe extenderse al campo, integrando activos tradicionales en sistemas inteligentes que mejoren eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad.
Una cadena alimentaria conectada
La visión de Matarromera contempla una cadena completamente digitalizada:
- Viñedo y suelo: bases de datos para análisis y optimización de riego y abono.
- Elaboración: visión artificial para seleccionar uvas de máxima calidad.
- Comercialización: IA para trazabilidad y gestión comercial eficiente.
Carlos Moro concluyó que es momento de provocar un cambio estructural: “Las infraestructuras tecnológicas son la nueva base para una estrategia agroalimentaria competitiva y sostenible a nivel mundial.” La apuesta de Matarromera es clara: integrar innovación, tradición y sostenibilidad para liderar la enología del siglo XXI.