Joan, Josep y Jordi Roca, los tres pilares del icónico restaurante El Celler de Can Roca, continúan redefiniendo la alta gastronomía con una propuesta que combina innovación técnica, sensibilidad artística y profundo respeto por la tradición. Con tres estrellas Michelin y múltiples reconocimientos internacionales, su cocina de autor sigue siendo un referente mundial.
Fundado en 1986, El Celler de Can Roca ha evolucionado desde sus raíces familiares hasta convertirse en un laboratorio creativo donde cada plato es una experiencia multisensorial. En palabras de Joan Roca: “La creatividad está al servicio del relato, no al revés. Buscamos conmover, no solo sorprender”.
Nuevas técnicas, nuevos relatos
En 2025, los hermanos Roca han presentado menús que integran técnicas de realidad aumentada, exploraciones multisensoriales y una narrativa culinaria que conecta con el paisaje, la memoria y la emoción. Su cocina se apoya en pilares como la hospitalidad, la excelencia y la conexión emocional con el comensal.
Uno de sus proyectos más ambiciosos es Esperit Roca, una iniciativa que fusiona tradición e innovación, y que ha sido reconocida con una nueva estrella Michelin. Este espacio busca explorar la sostenibilidad emocional, humana y medioambiental desde la cocina, ofreciendo una experiencia que va más allá del plato.
El relevo generacional: Marc y Martín Roca
La visión de futuro también se refleja en la incorporación de la tercera generación. Marc y Martín Roca, hijos de Joan, han decidido seguir los pasos de su padre y sus tíos, aportando nuevas ideas y energía al legado familiar. “No fue una imposición, sino una inspiración constante”, afirma Marc Roca, quien ya participa activamente en el desarrollo creativo del restaurante.
Este relevo generacional garantiza la continuidad de una filosofía que ha hecho historia: una cocina que se nutre de la tierra, de la gente y de la curiosidad constante por aprender y arriesgar.
Cocina como arte, emoción y cultura
La propuesta de los Roca no se limita a la técnica. Jordi Roca, maestro pastelero, sigue sorprendiendo con postres que desafían los límites entre lo dulce y lo conceptual. Josep, sumiller y narrador del vino, crea maridajes que dialogan con cada plato como si fueran piezas de una sinfonía.
Juntos, los tres hermanos forman un triángulo creativo que armoniza lo sólido, lo líquido y lo dulce. Su cocina es un espejo de su personalidad, un caleidoscopio que transforma ingredientes en emociones.
Un legado que sigue inspirando
El Celler de Can Roca no solo es un restaurante, es una escuela de pensamiento gastronómico. Su impacto se extiende a chefs, artistas y amantes de la cocina en todo el mundo. En 2025, su propuesta sigue siendo sinónimo de vanguardia, sensibilidad y excelencia.