Fue el pasado mes de julio cuando se anunciaba el cierre del restaurante Can Fabes tras 32 años de servicio. Éste se producirá la noche del sábado, y llegará con una cena en la que se ofrecerán, tanto un menú de temporada, como un Gran Menú Gastronómico que incluirá un repaso por algunos de los platos más emblemáticos de Santi Santamaría: raviolis de gambas, papada con caviar, jarrete de ternera, langosta con albahaca, tripas de bacalao con butifarra negra, cochinillo ibérico, o buñuelos de chocolate, son algunos de los platos que se ofrecerán en él.
En declaraciones a la Agencia EFE, Regina Santamaría afirma que este menú está hecho a la medida de cada comensal. Además, desea que el cierre sea sólo temporal y espera encontrar un inversor o comprador que reflote el proyecto y permita la reapertura de Can Fabes, afirmando que hay ya contactos establecidos en este sentido, si bien no se puede barajar todavía un período de espera para la puesta en marcha nuevamente del local.
Regina no deja de reconocer que el 31 de agosto será un día muy duro y triste para todos. Eso sí, el equipo del restaurante quiere brindar un servicio con la excelencia de siempre durante la cena para que aquellos que acudan –todas las mesas están ya reservadas- se queden satisfechos.
Pase lo que pase a partir de ahora y después de tres décadas, lo que es seguro es que una página de la historia gastronómica de este país se cierra. Por cierto que nos cuentan que han sido muchos los que han aprovechado estas últimas semanas para llenar los comedores de Can Fabes, antiguos clientes que buscaban así rendir su tributo al mito y, de paso, despedirse de los presente. Y otros que buscaban, al menos, vivir esa experiencia al menos una vez en la vida.
Recordamos que Can Fabes llegó a tener tres estrellas Michelín bajo la dirección de Santi Santamaría. En la actualidad tiene dos.
Como apuntabamos al inicio, la familia Santamaría-Serra, propietaria de local, hacía público en el mes de julio y a través de una carta el cierre «después de 32 años de una maravillosa aventura culinaria y gastronómica al pie del Montseny».
En esa carta, los propietarios asumen que la crisis ha sido el factor «desencadenante» del cierre. El restaurante, matizaban, «carece la de viabilidad económica necesaria para seguir con un proyecto basado en la excelencia». Y es por eso que decidieron «poner el punto y final a uno de los capítulos más brillantes de la cocina mundial de los últimos años».
Dicen algunos expertos que los problemas para Can Fabes comenzaron, sobre todo, cuando Xavier Pellicer anunció que se desvinculaba del establecimiento que, recordemos, ya protagonizara un cierre temporal entre el 30 de enero y el 5 de febrero pasados. Con su reapertura (momento que refleja la fotografía) presentaron también nueva imagen corporativa, decoración nueva oferta gastronómica. Sin embargo, parece que todo ello no llegó a cuajar del todo. Ahora, toca de nuevo, esperar.
REDACCION gastronomia.com
IMAGEN El País
