5 ideas para darle una nueva vida a la botella de vino y al corcho

El pasado año España recicló 789.235 toneladas de vidrio según Ecovidrio, entidad encargada de gestionar el reciclado de los residuos de vidrio en España. Con motivo del Día Mundial del Reciclaje, Corporación Vinoloa, empresa dedicada a la distribución de vino con marcas propias, ha recopilado 5 nuevos usos para el recipiente del vino después de degustarlo.

1.Iluminación acogedora

Las lámparas ofrecen la posibilidad de crear nuevos ambientes y las botellas de vino pueden ser una gran idea para construir una.

Usando una botella vacía como estructura, añadimos los cables y el casquillo para poder enganchar la bombilla y ¡conseguir una gran lámpara ecológica!

2.Olvídate de que las patas de la silla rayen el suelo

El roce de la pata de la silla contra el suelo puede producir que se raye y estropee la superficie. La mejor solución es cortar pequeños trozos de corcho y pegarlos. El corcho es un material muy flexible que permite unirse a otras piezas tanto con pegamento sólido como con el líquido.

3.Un original perchero

Es una idea fantástica que le dará un toque completamente diferente a la entrada. Se puede jugar con los colores de las botellas para crear un nuevo ambiente lleno de color. Para poder hacerlo, se necesitan 4 botellas de vino, un rectángulo del material y la medida que mejor vaya con el entorno y pegamento para vidrio.

Una vez seleccionados los materiales, se cortan las botellas a la medida por la parte más ancha y de forma diagonal para que todo lo que se cuelgue no se caiga. A continuación, se pega en el rectángulo al que se le habrá añadido dos pequeños agujeros para poderlo fijar a la pared.

4.El mejor material para los salvamanteles: el corcho

Puesto que el corcho soporta hasta los 120°C de temperatura y es impermeable, es un material perfecto para hacer salvamanteles.

Se puede hacer con diferentes formas y tamaños para lo que hay que tener en cuenta que, cuanto más grande sea, más corchos se utilizarán.

5. Evitar cortes de tijeras, navajas, cortauñas…

Aprovechar el corcho para no volver a sufrir un corte. Esta sencilla solución consiste en hacerle un agujero al corcho del mismo tamaño que el de la herramienta cortante creando una capucha protectora.