Mediante un comunicado explican que todos los productos alimenticios importados suponen un 15 % del total de la comida que se consume en el país. A partir de ahora, las reglas exigirán a las entidades importadoras verificar que sus proveedores extranjeros llevan a cabo «prácticas modernas de seguridad alimentaria, orientadas a la prevención», y logran «el mismo nivel de seguridad que los agricultores y procesadores» localizados en Estados Unidos, informó la FDA en un comunicado.
De esta forma, y por primera vez en la historia, explican que revisarán la totalidad de las compras externas agroalimentarias de Estados Unidos, con la certificación de plaguicidas y antibióticos autorizados, controles de agua para riego y la comprobación de ausencia de ciertos microorganismos en productos acuícolas, entre otras medidas.
Las nuevas exigencias derivan de reglamentos de la Ley de Modernización de Inocuidad de Alimentos (FSMA, por su sigla en inglés), cuyas primeras propuestas se publicaron en febrero pasado, están en proceso de revisión pública y entrarían en vigor en enero del 2014.
La última reforma en la materia (el sistema HACCP) se introdujo hace cuatro décadasy obligó a realizar análisis de peligros y puntos críticos de control sólo en zumos para el consumo directo, pescados, mariscos y lácteos, cuyas compras provenientes de México «son marginales».
Hasta ahora, el cumplimiento de estándares de inocuidad en el resto de los productos agroalimentarios «era voluntario». Por ejemplo, «la Asociación de Supermercados de Estados Unidos (FMI, por su sigla en inglés), que distribuye 85% de los agroalimentos en ese país, otorga la certificación SQF», explican diversas fuentes.
Robert Garfield, vicepresidente senior de Programas de Inocuidad de Alimentos de Estados Unidos, dijo que la certificación SQF cumple «con 95% de las exigencias de las nuevas normas que están por entrar en vigor».
Por lo que respecta a las nuevas disposiciones, darían un plazo de un año a las grandes empresas, dos años a las medianas y tres a las pequeñas «para su adaptación».
REDACCION gastronomia.com