La temporada del boquerón o la anchoa comprende los meses de abril, mayo y junio. Su importancia en la gastronomía no solo atiende a factores puramente culinarios (sabor, textura u olor), sino también, a los vinculados con la salud. Su consumo es característico de España, Italia, Francia, Grecia o Marruecos.
En lo que respecta a nuestro país, podemos decir que es uno de los productos gastronómicos más característicos de Málaga y de Cantabria.
Como curiosidad os contamos que el boquerón y la anchoa son en realidad lo mismo. La diferencia entre ellos reside en el método de elaboración empleado. Por ejemplo, cuando hablamos de “anchoa” (más común en Cantabria), estamos indicando que es un pescado que está preparado en salazón y está envasado en aceite de oliva.
Por su parte, el boquerón puede estar rebozado en harina y frito en aceite de oliva; macerado en vinagre, ajo, sal, perejil y aceite de oliva o en semiconserva al salazón.
Con respecto a sus propiedades para la salud, debemos de tener en cuenta que es un alimento rico en: Omega3; vitaminas A,B D, E y K y con un alto contenido en minerales (potasio, hierro, sodio o magnesio).
Gracias a estas propiedades, el boquerón o la anchoa, puede ayudar a disminuir los niveles de colesterol; puede mejorar nuestro sistema inmunológico o puede favorecer la absorción de calcio para nuestros huesos.